Aunque el objetivo estratégico me parece positivo, me sorprende que a estas alturas del proceso de análisis urbano, nadie entienda una cosa que, al menos a mí, me parece simple: Utilizar el patrimonio de la Sareb.
Es un patrimonio público y responde a una estructura soportada por políticas de “saneamiento” del sistema bancario (de esto habrá que hablar más detenidamente y en algún momento alguien explicará porqué se hizo así). Esto de hacerse racionalmente significaría que el Ministerio de Fomento podría, de forma inmediata, organizar la puesta en alquiler de, al menos, 20.000 viviendas. Me consta que los grandes ayuntamientos tienen capacidad y posibilidad de contribuir a implementar dicha solución.
Espero que el Ministro reaccione a tiempo y esa medida positiva y urgente no tenga que esperar.